Las primeras visitas.

Después de la primera prueba solicitamos hora al médico, que le dio hora para sacarse sangre, después le dio hora para la matrona, después tuvo que sacarse sangre otra vez porque la primera vez no lo hicieron bien. Total 24/06/2010 (yo tenía fiesta) llegamos a la matrona y a mí (al padre) se le olvidaron los papeles de todas las pruebas, bronca de la matrona, la madre se levanta para medirse pero no se vuelve a sentar y yo (el padre) le quita la silla, así que un poco más y la madre se cae.  Bronca de la matrona, con esos ojos de señora mayor pensando este “padre” es tonto...
Desde ese día, decidimos que a la matrona sólo iba a ir la Bego (la mamá), parece ser que no me ha echado de menos, tampoco ha preguntado por mí.
El 09/07/2010 nos fuimos a hacer la primera ecografía, madre mía que nervios!!!!. Llegamos y entramos, otra mujer mayor.... Hola buenos días, buenos días,  pasen, bájese los pantalones, no usted no, la madre. Ahh especifique… son los nervios.
En esta ocasión, lo vi mejor que la madre, ella no veía nada, el monitor le daba la espalda, hasta que al final le dieron la vuelta y sorpresa, la cara de la madre, un poema. La Lola se veía perfectamente, la cabeza, las manos, los brazos, la columna y lo más impactante (es un clásico, pero es la verdad) el corazón, lo ves, intuyes la forma, se hace el silencio y de repente, pum,pum,pum,pum muy rápido pum, pum, pum, pum.
Cinco segundos después ya estás fuera de la consulta, la eco no dura ni cinco minutos. Eso sí sales con una sonrisa tonta en la cara, de esas sonrisas inexplicables, que tarda varios días en irse.
Aquí la tenéis.

Tres semanas después fuimos al médico privado para hacernos otra, para tener dos opiniones, todo bien y todo perfecto. En esta la madre pudo recrearse mucho más con las imágenes.